Aprende a preparar un enjuague bucal casero y dile adiós al dentista por un buen rato.

Cuando quedan restos de alimentos en nuestra boca, las bacterias que viven en ella los convierten en ácido, que se traduce en placa y se adhiere a los dientes. Si no es eliminada correctamente, la placa con el tiempo ocasiona caries. Es por esta razón que es importante cepillarlos después de cada comida y ayudarse de vez en cuando con un enjuague bucal.

Si los comerciales te parecen excesivamente caros, o desconfías de los ingredientes que contienen, ¡no te preocupes! puedes ayudarte con tres hierbas aromáticas que seguramente tienes en tu cocina o herboristería más cercana: comino, salvia y eucalipto.

Cualquiera de las tres que decidas utilizar (o una mezcla de las tres, si así lo prefieres), funciona de la misma manera:

  1. Pon a calentar una taza de agua y justo antes de que hierva, agrega 1 cucharadita de hierbas (el comino se usa entero)
  2. Retira del fuego y deja reposar por 15 minutos
  3. Cuela las hierbas y utiliza esta infusión como enjuague bucal (puedes beberla si así lo deseas)

El eucalipto, además, combate el mal aliento y la salvia quita la irritación de las encías, previniendo la gingivitis. Utiliza este remedio diariamente y pronto creerás que las caries no son más que una leyenda urbana.